Es ingeniero comercial, nunca ha jugado en Primera e hizo el gol del año en Chile: “Lo intentaba y no me salía”
Matías Torres, ex O’Higgins y Copiapó, entre otros, marcó desde atrás de la mitad de cancha: “Mi mamá siempre decía, “¿cuándo vas a hacer un gol?“.


El fin de semana recién pasado estuvo matizado por la disputa de la Copa Chile y también por lo que sucedió en el Campeonato de Segunda División. En medio de esto, una figura llamó la atención: Matías Torres, zaguero de Trasandino, quien convirtió desde más atrás de la línea de la mitad en la derrota por 2-1 ante Rengo. El golazo no pasó inadvertido y el defensa dialogó con AS, desde su natal Los Andes.
“Siempre en los entrenamientos intento pegarle desde ahí, porque pateo fuerte. Justo se dio la jugada, yo venía mirando desde atrás y vi que el arquero estaba adelantado. Estaba ahí mi compañero Carlos Hormazábal y le dije “córrete, córrete”. Cuando lo hizo, ya tenía decidido patear y por suerte entró. Apenas le pegué, sentí que iba bien, al menos con dirección, pero pensé que había quedado larga. Bajó repentinamente y, cuando vi que entró, me puse a celebrar al tiro", contó Torres, de 24 años, formado en O’Higgins y con pasos por varios clubes.
“Me dio mucha alegría. Soy de Los Andes, así que estaba toda mi familia en el estadio. Que ellos lo vieran fue una alegría muy grande. No había hecho nunca un gol así y lo había intentado en los entrenamientos, así que la alegría fue muy grande. Intento pegarle de lejos, pero en un partido no tanto. Lo intenté ocasionalmente, pero nunca me había salido“, agregó el central andino.
- ¿Qué le dijeron en su familia?
- La verdad es que fue como de dulce y agraz, porque al final perdimos en el último minuto. De todas formas, fue una alegría tremenda, porque mi mamá siempre decía ‘¿cuándo vas a hacer un gol acá?’. Se cumplió y más encima fue en su día. Cuando salí de la casa, ella me dijo ‘ya poh, dedícame un gol, acuérdate que es el Día de la Madre”. Se pudo dar, pero quedé con la sensación amarga de que perdimos. Lo más importante era lograr los tres puntos.
- ¿Sólo está dedicado al fútbol o estudia, por ejemplo?
- El año pasado me recibí de ingeniero comercial. Desde que salí del colegio, empecé a estudiar de manera online y el año pasado ya pude terminar. Por lo menos, tengo algo para hacer a futuro. Mi papá me dijo que aprovechara, que no tuviera años de vacío, que estudiara al tiro, que él me iba a apoyar junto con mi madre. Al final, pude sacar la carrera. Es importante tener algo más o menos establecido, porque la carrera en el fútbol es súper corta.
Su trayectoria en el fútbol
Torres también reveló a AS cómo fue su etapa formativa. “Primero, partí en San Felipe, desde la Sub 14 a la Sub 16. En un partido me vio un veedor de O’Higgins y me fui a Rancagua hasta llegar al plantel. No alcancé a debutar, pero sí entrené algunas veces con el primer equipo. Luego me vine a préstamo a San Felipe y pude debutar profesionalmente en la B”.
- Estuvo cedido en varios clubes...
- Sí, en 2020 pude jugar hartos partidos en San Felipe y ahí el profe Erwin Durán me llevó a Copiapó. Después pasé a San Marcos, que fue el año en que logramos el ascenso de Segunda División a la B. De ahí partí a Puerto Montt, que entonces estaba en la B, y más tarde llegué a Trasandino.
- Cuando iba y volvía de cada préstamo, ¿tuvo chances de quedarse en O’Higgins?
- Mira, cuando volví de Copiapó había hecho una buena campaña, había una posibilidad, pero la verdad es que llegué muy tarde a la pretemporada. No se dio entonces el poder integrarme al plantel y tuve que salir a préstamo de nuevo. Siempre estaba la ilusión de poder quedarme, pero no se dio por diferentes motivos. Todo pasa por algo e igual me siento feliz por los equipos donde he estado.
- Su carrera se concentra en el Ascenso y también en Segunda División...
- En la B pasé por San Felipe y Copiapó. En San Felipe fue bueno al comienzo porque sólo a final de año perdimos al ascenso contra Melipilla. Después, en Copiapó jugamos el partido ese contra Huachipato, la final polémica. Esos dos años fueron buenos y me tocó jugar harto también. Crecí mucho, porque pude jugar hartos minutos.

- ¿Tiene complejidades el fútbol de Segunda?
- Sí, varias. Llegué a San Marcos después de la etapa en Copiapó que fue muy buena y me encontré con un club muy profesional, con todas las herramientas para andar bien. Logramos ascender y la verdad es que fue un muy buen año, no me arrepiento de haber bajado a Segunda para lograr el ascenso. Eso fue muy importante en mi carrera.
- Después, desde Arica pasó a Puerto Montt en el otro extremo del país...
- Pucha, no nos fue bien, porque terminamos descendiendo. Ahí tengo una espinita con Puerto Montt, porque es una ciudad maravillosa y también es un club que convoca mucha gente. Son las cosas del fútbol y tocó descender ese año.